miércoles, 13 de octubre de 2010

Adiós a Manuel Alexandre


Ayer nos dejó Manuel Alexandre, actor único perteneciente a una generación de cómicos de los que cada vez quedan menos. Cara conocida, secundario insispensable en el cine español y uno de los mejores intérpretes de nuestro país. Su mirada afable y voz temblorosa ha aparecido en más de trescientos títulos.

A continuación reproduzco el texto a modo de homenaje que le ha dedicado mi compañero Rafael Ávalos en su blog En cordobés:



Al ver su fotografía en los diarios, ya sean de tirada nacional o local, no puedo dejar de rememorar cuántos buenos ratos he pasado gracias a su participación en la gran y pequeña pantalla. No obstante, sólo en cine, apareció en más de 300 películas, como si eso fuera moco de pavo. Sin duda alguna, su pérdida es irreparable para el mundo del séptimo arte, de la televisión y del teatro, en definitiva de la escena.

Con todo, se me viene a la cabeza una de las últimas cintas que de él vi. En esa ocasión su papel era el del protagonista y no secundario, bastarda palabra para alguien de su talla. Se trata de ¿Y tú quién eres?, magnífico relato dirigido de forma inigualable por Antonio Mercero. En este film, surgía ante las cámaras con un anciano al que acechaba el Alzheimer y que sólo contaba con el cariño de su nieta.

La película, lejos de ser una bomba lacrimógena, es la narración de una realidad que a menudo pasa desapercibido: el olvido de los abuelos, que terminan en una residencia para mayores y que encima han de convivir con su propia desmemoria. El final del film, es precisamente, el resumen de todo esto, cuando Ricardo pregunta a su nieta “¿y tú quién eres?”. Sin duda, un ejemplo de que el buen cine no se basa únicamente en espectaculares efectos, hoy en día apoyados por el 3D ni por el chiste barato ni por las tortas o disparos a mansalva.

Pero esa es la punta del Iceberg, porque hablar de Manuel Alexandre es hacerlo de un intérprete sin parangón. Ha recorrido tan diversos géneros como la comedia, ya fuera ligera o negra, o el drama y siempre lo ha hecho con una gran muestra de talento. Es complicado que un actor salga de unos términos y resulte creíble. Él lo consiguió sin ningún tipo de problemas en todas y cada una sus interpretaciones.

Por si fuera poco, con Alexandre ve su fin, definitivamente, una rica generación de actores y actrices que se han ido marchando poco a poco, lenta pero dolorosamente. Fernando Fernán Gómez, José Luis López Vázquez o Agustín González, insignes intérpretes que han ido cercando la salud de la más veterana representación del arte dramático español. De todos ellos, el veterano entre veteranos, por edad, era él.

Nadie podrá olvidar una de las mejores cintas que ha dado el cine español, Atraco a las tres, en la que también estuvo presente. Cuatro décadas después apareció en su readaptación Atraco a las tres y media, película que apenas puede alcanzar la cuarta parte del nivel de la original. Pero hay mucho más en el largo historial de su trayectoria, por mucho que los más jóvenes le recuerden con especial cariño por su papel en la serie Los ladrones van a la oficina, en la que precisamente coincidieron Agustín González, López Vázquez, Fernán Gómez y él.

Los mejores directores contaron con su valía artística. Con Luis García Berlanga participó de históricas cintas como Bienvenido Mr. Marshall, Plácido, El Verdugo o Todos a la cárcel. De la mano de José Luis Cuerda actuó en otros tantos grandes filmes, entre los que destaca, para un servidor, la excepcional Amanece que no es poco. Juan Antonio Bardem contó con él en Cómicos, Muerte de un ciclista o Los inocentes.

Navegó también en la comedia ligera del cine franquista, aunque éste también padeciera a la censura, quién lo diría, junto al simpático y genial Paco Martínez Soria a través de películas como ¡Se armó el Belén! o Don Erre que erre. De esta forma no dejó de sumar trabajos a su trayectoria, sin olvidar su gran papel en el teatro español o la televisión. Precisamente, una de sus últimas interpretaciones, curiosamente, fue la que realizó de Francisco Franco en la miniserie 20-N: Los últimos días de Franco.

Se marchó, por tanto, a las 7:30 horas de esta mañana el más grande entre los grandes, el mal llamado secundario de oro. Desgraciadamente suele darse esta situación con estos grandes actores. Nadie ve más allá del José Luis López Vázquez del cine liviano, del Agustín González gruñón o del Manuel Alexandre de reparto. Al menos, para quienes amamos el cine siempre tendremos ahí el feliz recuerdo de haber disfrutado, y hacerlo cada vez que lo deseemos, de sus actuaciones.

Ahora, sólo basta recordar su figura sumergidos en sus películas al tiempo que despedimos a este ilustre intérprete. Manuel Alexandre, descanse en paz.

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