
viernes, 4 de diciembre de 2015
La voz dormida: revisitando lugares comunes

sábado, 11 de enero de 2014
'Viaje a la prehistoria': La aventura que todo niño querría vivir
Recuerdo cuando tenía apenas 6 o 7 años y mi padre me llevó al cine a ver una película que cambió por completo mi infancia. Todo comenzaba con los protagonistas siendo invitados a una remota isla para dar el visto bueno al proyecto que en ella se estaba realizando y que las aseguradoras se hiciesen cargo de él para así poder abrirlo al público en un futuro. Nunca olvidaré aquella primera vez en la que contemplé por primera vez a aquel braquiosaurio alimentándose de la copa de un árbol mientras John Hammond entonaba aquel mítico “Bienvenidos a Jurassic Park”.
PD: Un pequeño fragmento de la película subtitulado en español: El encuentro de los cuatro pequeño aventureros con un mamuth.
viernes, 27 de diciembre de 2013
[Crítica ] El Hobbit: La desolación de Smaug
Es curioso como es tradición que cada Navidad haya un estreno gordo en los cines. Una película presupuestada en cientos de millones de dólares, con lo último en tecnología y que además suele ser la adaptación de una conocida obra literaria (ya sea El señor de los Anillos, Harry Potter, Soy Leyenda o las Crónicas de Narnia por poner ejemplos de los últimos diez años). Estas películas se me recuerdan un poco a las típicas comidas de Navidad, esos encuentros familiares o entre amigos a los que hay que ir porque manda la tradición. Y es que, al igual que tenemos que ir a esos banquetes, la mayoría de la gente va al cine en estas fechas por tradición.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Un método peligroso
jueves, 8 de septiembre de 2011
Cowboys & Aliens: objetivo cumplido
martes, 28 de diciembre de 2010
Espectacular videojuego cansino
Ayer me acerqué por fin a ver una de las películas que más tiempo llevaba esperando, Tron Legacy. Tenía ganas de verla principalmente porque conozco la película original, Tron, y sabía perfectamente que, con aquel material como base, podría conseguirse algo nunca visto a día de hoy en la gran pantalla. Pero la estética y la ambientación no lo es todo amigos.
lunes, 15 de noviembre de 2010
SEFF 2010: Tender Son- The Frankenstein Project
SEFF 2010: Mr Nice
viernes, 5 de noviembre de 2010
SEFF 2010: Tamara Drewe
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Gemma Arteton es Tamara Drewe |
jueves, 14 de octubre de 2010
Machete: Pan y Circo
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Machete con su moto ametralladora |
miércoles, 6 de octubre de 2010
El planeta de los simios (2001): Tim Burton también tiene una hipoteca
sábado, 15 de mayo de 2010
Robin Hood
Ridley Scott y Russel Crowe vuelven a reunirse para traernos una historia épica. El nacimiento de una leyenda que todos conocemos pero mostrado de una forma desconocida. Pasen y vean al Robin Hood del siglo XXI.
Francia, siglo XII. El rey Ricardo Corazón de León asedia un castillo francés a su vuelta de las cruzadas. La corona está arruinada por las campañas militares mantenidas y los tributos que hay que pagarle al rey mantienen a la población bastante crispada. En otra parte, un general conspira con los franceses para conseguir que el Rey Ricardo muera y la corona sea heredada por su infame hermano Juan y, con ello, se produzca una guerra civil en Inglaterra que debilite al país y permita a Francia invadir Inglaterra. Pero, en este marco, nacerá un héroe, nacerá la leyenda de Robin Hood.
La primera sensación que tiene uno al ver los diferentes tráileres y avances de esta película es la de que vamos a asistir a una especie de secuela de Gladiator. Pero lo que en aquella era la historia de un general nombrado para ser el próximo emperador de Roma, que termina luchando en las arenas del Coliseo por la traición sufrida por parte del hijo del anterior emperador nada tiene que ver con la simple historia de un arquero que se hace pasar por un noble y acaba dirigiendo la última batalla contra los franceses. Si la primera era una historia de descenso social, ésta es una de ascenso. Y ese es precisamente el problema de la cinta, el Robin Hood de Russel Crowe permanece impasible ante todo lo que acontece a su alrededor y, sencillamente cumple promesas que ha prometido cumplir. Solo hacia el final se toma la lucha por Inglaterra como algo personal y la emoción hace acto de presencia en el filme. El otro papel relevante de la película, el de una espléndida Cate Blanchett sí que aporta vigor a la historia con una mujer luchadora y realista. La forzada esposa de Robin Hood es lo mejor de la película y los detalles que hacen avanzar la relación entre ellos dos, lo más conseguido de la cinta.
El guión no es que no cuente una buena historia, de hecho las conspiraciones dentro del seno de la corona y contra ella son lo más interesante de Robin Hood. El problema es que se ha querido mantener todo muy apegado a la realidad, todo es muy seco y falta la emoción de la que hablaba antes.
A lo anterior no ayuda mucho un Russel Crowe que parece actuar en modo automático durante la mayor parte del metraje y que solo da algo de sí mismo en cuatro escenas puntuales. El resto del reparto cumple su cometido, con un Oscar Isaac que compone un rey Juan ciertamente despreciable, un cobarde que busca mantenerse en la corona a toda costa. También destacar la labor de una espléndida Cate Blanchett como lady Marian, ella es la auténtica estrella del film.
Ridley Scott rueda de forma vigorosa, sabiendo colocar la cámara en el mejor sitio en cada momento y regalándonos preciosas estampas de los paisajes ingleses. Aún así, por el apego a contar una historia realista, alejada totalmente de las anteriores versiones sobre el arquero de Nottingham, el director no realiza demasiadas florituras visuales que dejen impactado al espectador. De hecho, las batallas son secas y duras, sí, pero menos espectaculares de lo que uno espera de él.
En fin, este Robin Hood Begins es una buena opción para acudir al cine este fin de semana. Ridley Scott nos ha traído una película adulta que seguramente defraudará a muchos, pero al fin y al cabo realizar una película dónde lo más importante es la historia y no forzarla con más acción o momentos emotivos para contentar a las audiencias la convierten en una producción valiente.

lunes, 1 de marzo de 2010
Percy Jackson y el ladrón del rayo
sábado, 27 de febrero de 2010
El Solista



martes, 9 de febrero de 2010
Invictus: emocionante espectáculo deportivo

Clint Eastwood es, indiscutiblemente, el último director clásico. Siempre podremos esperar lo mejor de él y pocas veces defrauda. Con Invictus se adentra en un nuevo terreno para él, el deportivo, y he de decir que ha salido airoso al retratar la trayectoria del equipo sudafricano de rugby durante el mundial del 95.
Sudáfrica, primera mitad de los años noventa, Nelson Mandela sale de la cárcel en la que llevaba recluido desde los años 60, se presenta a las elecciones, gana por mayoría absoluta y abole el apartheid. En éste momento crucial de la historia de Sudáfrica, se celebrará allí el mundial de rugby, evento que utilizará el presidente Mandela para acabar con las tensiones raciales del país y unir a toda la población gracias al deporte.
Antes de nada, precisar que Invictus me parece más una película sobre el rugby que sobre el apartheid. Toda la emoción y el grueso de la historia tratan sobre la superación de un equipo que no resulta ser de los mejores pero que se supera a sí mismo hasta llegar a la final del mundial. Obviamente, se puede trazar un claro paralelismo entre el equipo sudafricano y el propio país, puesto que a medida que van ganando, el país va dejando de lado sus prejuicios raciales y avanza hacia un futuro mejor. El guión la verdad es que, tal y como se puede apreciar por la sinopsis, es bien sencillo. La historia en sí es mínima y el espectador sabe en todo momento qué es lo que va a pasar, pero aún así Invictus te emociona, consigue que empatices con Mandela, con el equipo de rugby y con Sudáfrica en general.
Morgan Freeman consigue transformarse literalmente en el mandatario sudafricano, llevando a cabo una labor de mimetismo minuciosa. Cualquier gesto, su entonación (no he tenido la oportunidad de ver Invictus en V.O. pero gracias a algunos fragmentos de la película que circulan por la red he podido apreciar que su dicción es casi igual a la de Mandela), su forma de moverse y de mirar… todo ello hace que te olvides de que es el tío de Cadena Perpetua y no Nelson Mandela. A Freeman le da la réplica un notable Matt Damon que con un personaje que tampoco tiene demasiada chica en realidad consigue que el público sienta a través de él la enorme presión que hay sobre la selección de rugby por ganar ese mundial.
Qué decir de la labor de Clint Eastwood detrás de las cámaras… Él es un artesano del cine, un maestro, un clásico viviente y lo demuestra en la perfección de cada encuadre y en la suavidad de cada movimiento de cámara. Es cierto que tira de algunos clichés demasiado vistos, como la imagen del balón de rugby surcando los cielos a cámara lenta, pero también es cierto que ha conseguido transmitir en todos los encuentros deportivos la emoción de vivir un mundial (los numerosos y recurrentes planos del graderío repleto de gente que no deja de animar al equipo son excepcionales).
Invictus es un paso más en la carrera de Clint Eastwood, un director que continúa evolucionando, probando nuevos géneros. A la espera de ver su próximo trabajo, un thriller paranormal titulado Hereafter, no podemos más que decir que ojalá el que fuese el jinete sin nombre de los westerns de Leone mantuviese este rumbo.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Avatar

Jack Sully es un marine inválido que se somete al proyecto Avatar, por el cual podrá controlar una réplica de un Na’vi. Los Na’vi son una raza de alienígenas que viven en armonía con la naturaleza salvaje del planeta Pandora. Desgraciadamente su asentamiento se encuentra justo encima del mayor yacimiento de un mineral valiosísimo que es codiciado por los humanos. La misión de Sully será obtener la confianza de los Na’vi y conseguir que abandonen el lugar, pero terminará descubriendo que tiene más en común con ellos que con los de su propia especie.
La historia es de lo más sencillo. No hay que darle más vueltas. Es como si viésemos una versión intergaláctica de Pocahontas o Bailando con lobos en la que el protagonista se tuviese que disfrazar de nativo americano para poder acercarse y entablar contacto, en este caso el protagonista Jack Sully toma el cuerpo de un Na’vi –lo que me recordó a una película reciente, aunque muy inferior a esta, Los sustitutos, mientras que muchos se empecinarán en referenciar a Matrix-. Está claro que el desarrollo es previsible y que todo se podría haber contado en la mitad de tiempo, pero entonces no estaríamos ante un film así de épico. James Cameron nos da lo que queremos después de habernos mostrado todo un mundo nuevo con todo lujos de detalles–en realidad dos mundos, porque la nave espacial humana también nos resulta extraña-. Gasta más de la mitad del metraje en contarnos como Jack Sully se sumerge en la cultura Na’vi y vemos con todo detalle el mundo de Pandora . Muchos dirán que eso solo lo hace James Cameron para vender una nueva tecnología pero...¿acaso Tolkien o, incluso, Galdós no dedicaban decenas y decenas de páginas a describirnos un mundo real o imaginario que nos situase perfectamente en una historia, que en realidad si se mira bien es de lo más simple y que podía ser contada en un tercio de páginas y con menos personajes?
James Cameron rueda enérgicamente, amparado por una tecnología que no podrá ser igualada por otras producciones hasta dentro de unos años y saca todo el jugo posible al mundo de Pandora. Sólo hay que echar un vistazo a su filmografía precedente para percatarse que este señor es de los que dirigen con fuerza y no se andan con tonterías. Sus planos están cargados de fuerza y belleza a la vez que son elegantes y nunca dejan de impresionar. Rueda lo íntimo sin dejar de lado lo grandioso y viceversa. Y el culmen de todo esto es la media hora final que hará que los reposabrazos de muchos cines sean arrancados. Sencillamente la batalla más espectacular desde la de El retorno del rey.
Los actores cumplen su labor rayando a gran altura e, incluso, sus homólogos Na’vi creados por ordenador con la emotion capture consiguen que nos olvidemos del buen puñado de píxeles que los componen y veamos en ellos a una criatura. Salvo en algunas expresiones aisladas, se ha conseguido transmitir fielmente la expresividad de los actores reales, pudiendo uno apreciar la excelente labor de Zoe Saldana como Neytiri.
En fin, Avatar es más que una película, es una experiencia. James Cameron consigue que te revulevas en tu butaca y vivas lo mismo que los personajes. Hacía tiempo que no vivía eso en un cine, la capacidad de asombrarme no sólo por la tecnología usada, no sólo por la historia, no sólo por la acción, sino por haber visto un mundo nuevo.
