El padre, el discípulo y la primera mujer psicoanalista forman el triángulo de relaciones cruzadas de la última película de un David Cronemberg que parece haber dejado definitivamente atrás la visceralidad de sus primeras películas para lanzarle al espectador una historia sobre comportamientos turbados directamente a la cara. Pero, eso sí, de la forma más clásica y elegante.
Un método peligroso es una película seca. No es la biografía de ninguno de los tres personajes mencionados anterioremente. Basada en la obra de teatro The talking cure de Christopher Hampton, la película es un ensayo didáctico sobre la relación entre los pioneros del psicoanálisis, sobre cómo Carl Gustav Jung (Michael Fassbender) aplica con enorme éxito las teorías del psicoanálisis sobre una paciente, Sabrina Spiegelman (Keira Knightley). A raíz de este caso, Jung iniciará una relación profesional con el mismísimo padre del psicoanálisis, Sigmund Froid (Viggo Mortensen). Pero esta relación se verá trastocada cuando Jung recibe a un inesperado paciente, el doctor Otto Gross (Vincent Cassel). Éste con sus ideas sobre la liberación sexual incita a Jung a que deje de reprimir sus deseos sexuales más oscuros frente a Sabrina, lo que desestabilizará su familia, su amistad con Freud y le provocará un comportamiento enfermizo con su paciente y después psiquiatra.
Lo primero que hay que destacar de Un método peligroso es la excelente labor actoral. El trío protagonista compone unos personajes totalmente detallados, profundos y llenos de aristas. En ningún momento ves a Keira, Michael o Viggo; sino que cada vez que aparecen Sabrina, Jung o Freud inundan la pantalla. Esto es esencial para una película que se limita a contar un hecho, la aplicación de un método (el psicoanálisis) novedoso en una época en la que la represión sexual estaba a la orden del día. Lo que en principio son tres personajes básicos: el maestro, el discípulo y la paciente; se convierten en seres descarnados y turbadores tras la aparición de un inmenso Vincent Cassel como Otto Gross. Sus parlamentos acerca de la poligamia, de la explosión sexual llevarán a Jung a introducirse en el juego enfermizo y masoquista que convirtió a Sabrina en su paciente.
Dejados atrás los años de su exquisita explicitud violenta en films como Scanners, Cromosoma 3, La mosca o Videodrome; David Cronemberg decide seguir el camino de clasicidad formal iniciado durante el último milenio. La cámara se mueve sin mostrar más de lo necesario pero sin ocultar nada. Su estilo es seco y deja que la historia hable por sí misma con la exposición de hechos con una narratividad neutra. Opta por dejar fluir los acontecimientos a su ritmo pausado pero constante, dejando que vayan calando en el espectador.
Un método peligroso es un film difícil para paladares comunes. Aquí no hay un retrato de Freud, no es ninguna biografía. Es una lucha de egos y una lucha por ocultar monstruos interiores.
2 comentarios:
A pesar de la mala critica de la peli hay que ir a verla, he visto el trailer y promete.
¿Qué pasa con el blog Samuel? Que hace tiempo que no publicas...
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