Afortunadamente, de los errores se aprende ¿no? Y los chicos de Sucker Punch han pulido su obra hasta convertirla en uno de los mejores juegos que veremos este año. ¿Cómo lo han hecho? Sencillo, convirtiendo a Cole en un auténtico (super)héroe de acción y enfrentándole a enemigos más grandes y situaciones mucho más trepidantes en una ciudad fascinante y variada. Pero comencemos por el principio.
Nada más empezar se te da la opción de importar (parte de) tu karma positivo o negativo si has jugado al primer juego, más 1000 puntos de experiencia y núcleos extra en función a los logros obtenidos en aquel. Comienzas en la antigua Empire City y tienes que enfrentarte a La Bestia –no desvelaré demasiado de la trama, pero diré que el final de Infamous sí que era bueno y hacía presagiar la subida de nivel con la que nos encontramos en esta secuela- en un combate desigual pero que sirve más que nada como pequeño tutorial introductorio. Obviamente, ganas ese primer asalto y te diriges a New Marais, una suerte de Nueva Orleans post-Katrina que vive en el caos. Pero Cole no está a salvo, la Bestia se dirige hacia allí y mientras Cole tendrá que enfrentarse a multitud de criaturas y misiones para conseguir recoger todos los núcleos que se necesiten para hacer funcionar un aparato capaz de despojar de sus superpoderes a todo aquel que lo use. Ese aparato será la última esperanza de Cole, su única oportunidad para acabar con la Bestia.
Lo primero que llama la atención de Infamous 2, es su aspecto gráfico. Ciudades vivas, con una luz hermosa, natural y una exagerada atención al detalle. Cole McGrath y compañía están perfectamente recreados con una generosa cantidad de polígonos y una animación convincente a la altura de otros grandes juegos como Uncharted (se nota que los de Naughty Dog echaron una mano). Salvo por algún borde de sierra en algunos momentos de destrucción total, el apartado gráfico cumple a una altura envidiable, más teniendo en cuenta de que este juego se trata de un sandbox con un mapeado enorme y una variedad de elementos asombrosa.La jugabilidad sigue rayando a gran nivel. Como en la primera parte, usar nuestros poderes es una delicia: pudiendo flotar, lanzar rayos, granadas, esquivar, cubrirnos,… con gran facilidad. Con nuestro mando nos convertimos en Cole McGrath y con el sencillo hecho de manejarlo ya uno disfruta. Algo esencial para un juego de estas características en el que tendremos que enfrentarnos a decenas de enemigos a la vez.
Hablando de enemigos, uno de los principales problemas del primer Infamous era precisamente la repetición de los mismos. Aquí la cosa cambia y nos las veremos con los típicos soldados armados con metralletas y pistolas (los más habituales) hasta llegar a grandes abominaciones -¡si, compañeros! Hay bichos mucho más horrorosos que nuestro “amigo” Zeke- que podremos moler a palos con nuestra nueva arma, el “amplificador” y la multitud de nuevos poderes que aprenderemos. Porque ya no sólo vale con comprarlos, para acceder a ellos ahora deberemos de cumplir una serie de requisitos como realizar x número de movimientos especiales, disparar a cierto número de enemigos en la cabeza, etc.
El sistema de karma, la marca de la casa de Infamous, sigue siendo bastante “rígido”, por así decirlo. Si realizas buenas acciones, tu barrita se llenará más hacia el lado del bien y si te dedicas a destrozar y masacrar a la población de New Marais pues tu karma se irá tornando cada vez más maligno. Aparte de las misiones principales y secundarias se nos irán indicando en el mapa aquellos lugares en los que podemos hacer una buena o una mala acción. Estos momentos, que incluyen desde evitar atracos, secuestros y revivir a gente a dispersar manifestaciones, matar a músicos callejeros y acabar con la policía, aunque simpáticos y entretenidos al principio, terminan cansando por lo repetitivos que son. La gran baza del sistema de Karma en esta edición son las dos acompañantes: Kuo y Nix. Hielo y Fuego. Bien y Mal. La moralidad de Cole se tambalea entre ellas dos y como dice el dicho “Dime con quien vas y te diré quién eres”, según cómo se comporte Cole nos seguirá una u otra con sustanciales variaciones en la historia. Esto aparte de obligarnos a elegir entre una compañera u otra nos proporcionará misiones de distinta índole, con distintos poderes y distintas mecánicas de juego. Todo un acierto.Si en la primera parte, las misiones eran en su mayoría, bastante parecidas y pecaban de esa falta de garra y emoción aquí nos encontramos con una gran variedad gracias a la historia y a los distintos enemigos con los que nos encontramos. Hay momentos de acción sin respiro -a la altura del mismísimo Uncharted 2 me atrevería a decir- y con una implicación dramática más contundente gracias sobre todo a una historia más lineal que se centra en lo que hay que centrarse. Las misiones secundarias también son muy variadas y entretenidas y más de una nos dará quebraderos de cabeza para conseguir superarla, pero en este apartado el gran acierto de los chicos de Sucker Punch ha sido incluir un completo editor de niveles que alarga la vida de este Infamous 2 hasta el infinito. De manera sencilla, podemos crear nuevos retos para Cole y compartirlos con el resto de usuarios –y hay auténticas maravillas, como esa versión del Space Invaders o algunas fases de plataformas contrarreloj que me hacen recordar (salvando las distancias) a un Mirror’s Edge en tercera persona-.
En resúmen, Infamous 2 es todo un juegazo que no debe faltar en tu colección de juegos. Los chicos de Sucker Punch han sabido sacarle todo el jugo a la premisa de un sandbox superheroico y les ha quedado un producto que raya a un nivel envidiable. Graficos excelentes, jugabilidad endiablada y una progresión de historia y misiones que engancha terriblemente. ¿Se puede pedir más? Puede que sí, pero yo con Infamous 2 estoy más que satisfecho.
También publicado en el foro de Pocket Invaders.
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