miércoles, 11 de febrero de 2009

El Curioso Caso de Benjamin Button


Año 2005, Nueva Orleans. Mientras el huracán Katrina se acerca, una anciana postrada en la cama de un hospital le pide a su hija que le lea un libro que guarda en una vieja cartera. El libro narra la asombrosa historia de Benjamin Button, un hombre que nació con la apariencia de un hombre de 80 años y fue rejuveneciendo a medida que pasaba el tiempo.

El argumento parte de una historia corta escrita por F. Scott Fitzgerald e incluida en su libro “Tales of the Jazz Age”. Pero dicha historia sólo aporta la idea de la vida al revés, nacer viejo y rejuvenecer con el paso de los tiempos. Pero sólo físicamente, pues su mentalidad se forja como la de cualquier humano. “El Curioso Caso de Benjamin Button” tiene una historia de esas que abarcan toda una vida, la vida de un tipo peculiar, puesto que el hecho de que haya nacido viejo es lo que marca todo el devenir de una historia que podría haber caído fácilmente en la explotación de esa situación de manera bastante burda, tirando por el lado de lo cómico antes que de lo dramático. Pero Fincher decide mostrarnos un cuento de cerca de tres horas de duración en el cual conocemos a Benjamin Button desde su nacimiento hasta su muerte, vivimos con él sus aventuras y amores y nos emocionamos al ver cómo todo aquel a quien conoce envejece mientras él rejuvenece. David Fincher acierta al encontrar el tono perfecto de una historia que empieza de una manera más cómica y aventurera (el principio en la residencia de ancianos o los viajes en el barco y su participación en la segunda guerra mundial) para acabar contándonos una historia de amor imposible pero sin olvidar en ningún momento el tono mágico que envuelve a la película.

La película cuenta con un plantel de personajes inolvidable que se quedan grabados en la memoria del espectador por mucho tiempo: la madre adoptiva de Button, el padre biológico de éste –memorable la escena en la que lo abandona en las escaleras de la residencia de ancianos-, el capitán del barco o el anciano que cuenta una y otra vez las veces que le han caído rayos. Pero sin duda los reyes de la función son Brad Pitt y Cate Blanchet. El primero carga con el peso de toda la película y con kilos y píxeles de maquillaje en un labor perfecta de los dos departamentos. Pero extrañamente su expresividad parece mucho más viva al principio de la peli cuando está casi irreconocible como un hombre de avanzada que cuando ya aparece más joven y sin maquillaje. Parece que la pose un poco chulesca de la que hace gala resta algo de carisma a un personaje perfecto aunque, afortunadamente, no es nada insultante y su actuación sigue rayando a buen nivel sin maquillaje. Pero la estrella de la función es Cate Blanchett, cargada también de maquillaje a lo largo de la película pero que consigue transmitir su atracción por Button y las idas y venidas sentimentales a lo largo de la película.

David Fincher vuelve a demostrar que es uno de los grandes directores del siglo XX, en esta ocasión ha optado por una dirección más clásica aunque no carente de atractivo. Labor reforzada por la espléndida labor de fotografía de la que hace gala el film y que refuerza de manera encomiable ese hálito mágico que envuelve a la película. Por otro lado la labor de efectos especiales es magnífica y merece todos los reconocimientos habidos y por haber. El maquillaje y los efectos confluyen en armonía para hacer totalmente creíble que Brad Pitt y Cate Blanchett pasen por personas de 80 o 18 años. Todo se ve perfectamente arropado por la preciosa música de Alexander Desplat que no sobresale en ningún momento sino que acompaña a las escenas como si fuese un complemento indispensable de estas. Aunque no la notemos está ahí para reforzar las imágenes y los sentimientos que estas muestran.

“El Curioso Caso de Benjamin Button” ha sabido encontrar el equilibrio perfecto aunque el director renegase en un principio de este montaje a favor de uno que durase 180 minutos (la película ha terminado durando 165 minutos, a medio camino entre los 180 que pedía Fincher y los 120 que exigía la productora). No sabemos cómo habría quedado la versión de Fincher y si unos minutos más habrían hecho que ciertas partes de la película fuesen algo más lentas. Lo único que podría criticársele a la película es la normalidad con la que todo el mundo toma el hecho de que Benjamin Button sea un hombre que rejuvenece en lugar de envejecer. Parece que tras la impresión del principio cuándo nace, éste fuese un hándicap que ha aceptado todo el mundo.

Se podría decir que “El Curioso Caso de Benjamin Button” es una película sobre la vida cuando en realidad es un cuento sobre la muerte, que se refleja como el destino que nos espera a todos, inevitable por mucho que rejuvenezcas o envejezcas. Como dicen en un momento de la película <>.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me lo he leído así por encima, pero he preferido no ahondar no vaya a ser que me sueltes un sopiler tó basto xD

Mr Purple dijo...

Bueno, quizá se pueda deducir algo de la peli en lo que he escrito, pero creeme, la mayoría es algo que si lo piensas, todo el mundo sabe que va a pasar antes de ver la película.