Y no porque vaya a desaparecer la serie -que de hecho ya lo hizo para mi cuando empecé a darme cuenta de que desfasaba demasiado y que se tiraban demasiado tiempo convirtiéndose en saiyas supersaiyas y megasaiyas con el pelo cada vez más rubio y largo y los músculos más hinchados-. La serie murió para mi con célula y si me apuras con Boo. Por eso ya sentí como me agarraban los miembros cuando vi el anuncio de una adaptación a imagen real de mi anime favorito de cuando era pequeño. Una serie de dibujos inadaptable en mi opinión -¿alguna lo es? creo que de las que he visto la más salvable es Los Picapiedra y eso que la vi de chico y sin haber visto apenas la serie-. Pero ya al ver el trailer y cómo han violado a todos los iconos de aquel divertimento creado por Akira Toriyama, quitándole el caparazón y la tortuga al maestro tortuga, convirtiendo a Goku en un niñato de instituto con mucho dinero para gastar en gomina y sin ningún atisbo de su colita -la trasera, la delantera suponemos que estará ahí y hará uso conveniente de ella (al menos yo intentaría hacerlo teniendo a la que hace de Bulma al lado)y haciendo que uno de los vampiros de la serie Buffy con el mono de cuero de un X-Men haga de Picolo pálido-¿dónde está su túnica blanca y su turbante?¿quizás la comunidad islámica se sentiría insultada?-. Por ello desde que vi el trailer comencé a notar como Hollywood una vez más me agarraba los huevos y los retorcía con saña. Pero no seamos ilusos, probablemente veré la película y me indignaré con ella, quizá me resulte graciosa porque yo soy así, un masoquista audiovisual, un cinefago completo capaz de tragarse todo lo que le venden si está bien envuelto. Eso si, si la veo no será pagando.
1 comentario:
Siempre nos quedará... Xin qi long zhu! xDDD
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