¿Qué más se puede pedir? Un japonés dedica su tiempo libre a hacer cortos con plastilina bastante alejados de lo que podíamos ver de pequeños en la seie Postman Pat o la película Chiken Run. El nivel de asquerosidad es considerable, pero aún así me encanta.
1 comentario:
Quillo, aun no me he puesto al día con tu blog, pero quiero que sepas que me he hecho uno nuevo en la dirección http://www.nario.es/
A ver si, como periodistas, conseguimos convertirnos en grandes articulistas aunque sea por medio de los blogs que, al fin y al cabo, son gratis (y soñar también).
Un abrazo Samu.
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