martes, 25 de octubre de 2011

Asesinos en el cine y en la vida real


Desde que Caín mató a Abel, el asesinato se ha convertido en un continuo en nuestra historia. La historia de la humanidad se ha forjado en no pocos casos a través seres humanos arrebatándoles la vida a otros. El mayor crimen que puede hacer un hombre es despojarle del derecho de vivir a otro. Algo atroz, que deshumaniza al propio asesino pero que no deja de tener un incomparable atractivo. Si no me creen no tienen más que encender la tele y ver la cantidad de programas de sucesos que hay –el asesinato de Marta del Castillo está siendo seguido continuamente desde hace casi tres años por todo nuestro país-, así como las series policiacas o documentales entorno a la resolución de horribles crímenes gozan de un enorme éxito –y si no fíjense en las 11 temporadas que lleva CSI: las Vegas-. Así mismo, en las librerías todo el género de la novela negra se sustenta sobre graves crímenes. Grandes obras de la literatura como A sangre fría  de Truman Capote se centran en analizar la figura del asesino. Y en el cine no ha sido menos, desde sus comienzos el asesinato ha sido uno de sus pilares narrativos. Se cuentan por miles las obras que giran en torno al plan para asesinar a alguien, la investigación del mismo o la psicología del asesino. Pero de entre todos los tipos de asesinos que se podrían tipificar, resalta uno especialmente influyente en la historia del cine: el asesino en serie o serial killer.

Pero…¿qué es exactamente un asesino en serie? El cine no ha dejado de mostrarlos como auténticos psicópatas capaces de llevar una doble vida en la que pueden ser tu amable vecino durante el día y un letal y sádico torturador sexual que acaba matando a sus víctimas de la forma más horrible posible, si no fíjense en el letal justiciero de excepcional éxito televisivo y literario que es Dexter. También los muestra como personas increíblemente inteligentes, que encuentran el placer no sólo acabando con las vidas de sus víctimas, sino retando a las fuerzas del orden y encontrando la fama gracias a la prensa sensacionalista. Claramente ese es el típico asesino que puede dar más juego en el cine y la literatura, y no otros del tipo que el mismo Robert Ressler en el  FBI calificase de “desordenados” y que responden al perfil de un un individuo con coeficiente intelectual bajo que sencillamente se mueve por el impulso de matar. Durante el siglo XX hemos visto como el cine, la literatura y, sobretodo, la prensa convertían a los asesinos en serie en auténticos monstruos icónicos que fascinaban morbosamente la curiosidad de la audiencia, pero en realidad el asesino en serie tiene casi tanta antigüedad como el propio hombre: desde el francés Gilles de Rais, que acabó con la vida de más de un centenar de chicos en la Francia del siglo XV hasta el reciente caso patrio del Asesino de la Baraja

lunes, 24 de octubre de 2011

Four Lions: cuando la risa duele

Hace una semana o así descubrí una película que ha pasado muy desapercibida por nuestras pantallas. No es de extrañar puesto que con el clima de terror que estamos viviendo ahora -puede que Gadafi haya muerto, pero Libia ahora se enfrenta ahora a una dura lucha entre los partidarios de un estado islámico y los partidarios de uno laico que Dios sabe que consecuencias traerá- con un grupo terrorista como ETA que dice que deja la lucha armada pero no las armas. Bien, pues con este contexto uno no puede más que sentirse extrañamente incómodo viendo a los cuatro terroristas de Al-Qaeda que protagonizan esta Four Lions. Incómodo porque a uno llegan a caerle bien este grupo de fanáticos, incómodo porque uno está acostumbrado a verlos siempre como villanos impersonales a los que es más fácil odiar que a la panda de carismáticos patosos que nos presenta esta película. 

Four Lions es una película divertidísima, una de esas que hay que ver si o si. Pero también es de esas en las que cuando todo acaba te deja pensando en si ha estado bien que te divirtieses tanto con lo que has visto.

viernes, 7 de octubre de 2011

Los piratas de Silicon Valley: los comienzos de Steve Jobs


Ahora que desgraciadamente un cáncer de páncreas se ha llevado al adalid de la nueva sociedad conectada tecnológicamente, Steve Jobs, no he podido evitar recordar una pequeña y desconocida producción televisiva de 1999 que relata precisamente la época más alejada en el tiempo y menos conocida del fundador de Apple, sus inicios.

Los Piratas de Silicon Valley es una interesante producción que nos acerca a la figura de un jovencísimo Steve Jobs enamorado de la informática y que se plantea con su fiel compañero Steve Wozniak la creación de ordenadores personales accesible para la mayoría de los americanos. No lo sabían entonces, pero esa idea ha cambiado nuestro día a día puesto que ahora casi nadie vive sin utilizar una de esas máquinas electrónicas como en la que tú, querido lector, estás leyendo ahora mismo este artículo. 

sábado, 1 de octubre de 2011

Cuando los mundos chocan: nueva colaboración con NoSóloGeeks


La tecnología en general y la digital en particular avanzan a pasos agigantados. No hay más que comparar las posibilidades que ofrecen los modernos efectos generados por ordenador que permiten a los directores crear mundos imposibles de imaginar hace un par de décadas. En el ocio electrónico, cada nueva generación nos ha ido abriendo unos mundos cada vez más detallados y llenos de posibilidades. Cada vez son más reales y los videojuegos cuentan con historias de mayor entidad que si además tienen éxito son la nueva fuente de "inspiración" para gran cantidad de producciones Hollywoodienses.

Pero la relación entre estos mundos, el cine y los videojuegos, viene ya de largo. Concretamente hace 30 años, Tron fué la primera película en introducir el tema arcade en una gran producción. Después de aquello, hemos tenido una riada de adaptaciones que se ha visto intensificada en la última década sobre todo gracias al éxito de Resident Evil. Por eso mismo he escrito el primero de una serie de reportajes que repasan la relación entre los dos medios.