Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, como diría el villancico (por cierto, nunca me han gustado los villancicos con letras, prefiero que sencillamente suene una bella melodía). Os traigo una de mis escenas preferidas de una de las obras maestras indiscutibles del séptimo arte: El Gran Dictador.
Podría haber escogido la archiconocida escena en la que el dictador encarnado por Chaplin juega con el globo del mundo, pero he preferido seleccionar ésta. Aquí, Chaplin interpreta al barbero que más adelante será confundido con el propio dictador. Es una escena muy bien hecha y que nos recuerda los cortometrajes de slapstic de Charlot. El barbero afeita a un cliente al son de la Danza Húngara, no digo más.
Felices fiestas.
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