jueves, 15 de mayo de 2008
Pinares urbanos
La polémica propuesta del Consistorio de gravar con un impuesto a los dueños de perros ha sido vista con malos ojos por aquellos que poseen uno. Parece que quien tiene un coche debe responder económicamente ante la contaminación que este produce, mientras que el dueño de un adorable perrito no se hace responsable de la suciedad que el adorable animal deja en las calles. Ahora el Ayuntamiento planea instalar dispensadores de bolsas gratuitos que no servirán de nada, puesto que el problema no está en la bolsa-los supermercados ya las dan gratis- sino en agacharse y coger el “pino”.Porque <>, o eso es lo que dicen. Pero lo que no resaltan a la hora de compran un chucho es que <>, la de recoger los “regalitos” que el animal va dejando por las calles en sus paseos vespertinos. Es fácil averiguar las calles con mayor volumen perruno y cada vez es más común ver como los viandantes han de caminar por ellas con la cabeza gacha para evitar mancillar sus lustrosos zapatos con una plasta dejada por un “amigo” canino. El camino se convierte en un arriesgado paseo por un campo de minas en el que cualquier despiste puede ser fatal y acabar contigo refregándo la suela del zapato en cualquier borde.
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