Ridley Scott y Russel Crowe vuelven a reunirse para traernos una historia épica. El nacimiento de una leyenda que todos conocemos pero mostrado de una forma desconocida. Pasen y vean al Robin Hood del siglo XXI.
Francia, siglo XII. El rey Ricardo Corazón de León asedia un castillo francés a su vuelta de las cruzadas. La corona está arruinada por las campañas militares mantenidas y los tributos que hay que pagarle al rey mantienen a la población bastante crispada. En otra parte, un general conspira con los franceses para conseguir que el Rey Ricardo muera y la corona sea heredada por su infame hermano Juan y, con ello, se produzca una guerra civil en Inglaterra que debilite al país y permita a Francia invadir Inglaterra. Pero, en este marco, nacerá un héroe, nacerá la leyenda de Robin Hood.
La primera sensación que tiene uno al ver los diferentes tráileres y avances de esta película es la de que vamos a asistir a una especie de secuela de Gladiator. Pero lo que en aquella era la historia de un general nombrado para ser el próximo emperador de Roma, que termina luchando en las arenas del Coliseo por la traición sufrida por parte del hijo del anterior emperador nada tiene que ver con la simple historia de un arquero que se hace pasar por un noble y acaba dirigiendo la última batalla contra los franceses. Si la primera era una historia de descenso social, ésta es una de ascenso. Y ese es precisamente el problema de la cinta, el Robin Hood de Russel Crowe permanece impasible ante todo lo que acontece a su alrededor y, sencillamente cumple promesas que ha prometido cumplir. Solo hacia el final se toma la lucha por Inglaterra como algo personal y la emoción hace acto de presencia en el filme. El otro papel relevante de la película, el de una espléndida Cate Blanchett sí que aporta vigor a la historia con una mujer luchadora y realista. La forzada esposa de Robin Hood es lo mejor de la película y los detalles que hacen avanzar la relación entre ellos dos, lo más conseguido de la cinta.
El guión no es que no cuente una buena historia, de hecho las conspiraciones dentro del seno de la corona y contra ella son lo más interesante de Robin Hood. El problema es que se ha querido mantener todo muy apegado a la realidad, todo es muy seco y falta la emoción de la que hablaba antes.
A lo anterior no ayuda mucho un Russel Crowe que parece actuar en modo automático durante la mayor parte del metraje y que solo da algo de sí mismo en cuatro escenas puntuales. El resto del reparto cumple su cometido, con un Oscar Isaac que compone un rey Juan ciertamente despreciable, un cobarde que busca mantenerse en la corona a toda costa. También destacar la labor de una espléndida Cate Blanchett como lady Marian, ella es la auténtica estrella del film.
Ridley Scott rueda de forma vigorosa, sabiendo colocar la cámara en el mejor sitio en cada momento y regalándonos preciosas estampas de los paisajes ingleses. Aún así, por el apego a contar una historia realista, alejada totalmente de las anteriores versiones sobre el arquero de Nottingham, el director no realiza demasiadas florituras visuales que dejen impactado al espectador. De hecho, las batallas son secas y duras, sí, pero menos espectaculares de lo que uno espera de él.
En fin, este Robin Hood Begins es una buena opción para acudir al cine este fin de semana. Ridley Scott nos ha traído una película adulta que seguramente defraudará a muchos, pero al fin y al cabo realizar una película dónde lo más importante es la historia y no forzarla con más acción o momentos emotivos para contentar a las audiencias la convierten en una producción valiente.
1 comentario:
Tendré muy en cuenta esta recomendación. Ya era hora de que volvieras a escribir ;)
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