domingo, 16 de noviembre de 2008

Gomorra


Al igual que hiciera Fernando Meirelles al retratar la violencia de las bandas en las favelas de Río de Janeiro o, incluso como hiciera su compatriota José Padilha el año pasado al retratar el otro punto de vista, el de los policías de esa misma ciudad –que a pesar de actuar presumiblemente del lado de la ley, su organización tiene más semejanzas que diferencias con las bandas y mafias- Matteo Garrone nos presenta una visión en el mismo estilo de la Camorra napolitana. Pues bien, Gomorra ha tenido el honor de inaugurar el V Festival de Cine Europeo de Sevilla con una gran acogida por parte de crítica y público.


Con un estilo duro y realista, totalmente alejado de la visión operística y glamurosa que films como El Padrino han dado a la “familia” mafiosa, Garrone despoja al espectador de la capacidad de admirar a una organización cruel y tremendamente manipuladora como la que es la mafia napolitana a la que retrata mediante cinco historias que tienen a la misma camorra como nexo de unión, abarcando así el mayor número de tentáculos posibles con los que ésta ejerce su poder y presión. Para ello se basa en el best-seller de Roberto Saviano –amenazado de muerte tras la publicación del mismo y que se presentó en el festival de cine de Sevilla rodeado de unas impresionantes medidas de seguridad- que ha vendido más de 2 millones de copias en Italia.

Hay que decir que la dirección del film no es soberbia pero sí muy acertada a la hora de dar ese toque realista y sucio a una historia contada mil veces y que el espectador más asiduo a este género no dejará de reconocer por mucho que le hayan quitado los “adornos” típicos de otras producciones de este tipo, además, a uno le viene continuamente, durante el visionado del filme, la sensación de que se ha quedado corto respecto a la novela –aunque no se haya leído, como es mi caso, pero las expectativas levantadas en ese sentido no han sido colmadas-, que hay mucho más que lo que nos están contando y podrían haberse arriesgado tocando temas mucho más escabrosos. Por otro lado, los actores cumplen en su mayoría con unas actuaciones muy naturales que se ven reforzadas por la inexperiencia de muchos de ellos que no se dedican profesionalmente a la profesión actoral, lo que ayuda a subrayar aún más el carácter de reportaje filmado más que de película que impregna al metraje de Gomorra junto con ese montaje cruzando las distintas historias que puede recordar al de otro filme similar como fue Traffic.

En fin, Gomorra es con todo una película totalmente recomendable para aquellos que quieran ver una faceta mucho más dura, seca y realista de la mafia.

1 comentario:

Juan Blanco dijo...

Estoy deseando verla. ¿Será mejor el libro, o la peli? Éstas cosas... ¡dudo!