Ayer por la mañana se encontraron muerto a David Carradine en su hotel de Bangkok. Las autoridades thailandesas sostienen que murió de forma natural mientras que Europa Press defiende que se suicidó ahorcándose. Confío en que las autoridades thailandesas lleven la razón.
De todos modos nos ha dejado un actor que mi generación descubrió con Kill Bill, interpretando al objeto de la venganza de la novia interpretada por Uma Thurman, es decir, al propio Bill. Pero, gracias Quentin Tarantino, me fijé en este actor que había hecho mucho más que peliculillas de serie B. Ha trabajado con Ingmar Bergman en El huevo y la serpiente y también ha sido dirigido por Martin Scorsesse en Malas Calles. Ha actuado al lado de actores clásicos de la talla de Glen Ford, Robert Mitchum y Robert de Niro y ha cultivado la más amplia variaedad de géneros: desde el drama al terror, pasando por la comedia y el western. Pero, sin duda, por lo que será recordado este carismático actor será por su participación en la mítica serie Kung-Fu.
Generaciones han visto esta serie que ha contado con su propia película estrenada en 1986 y una serie secuela estrenada años después, en 1993, y que se tituló como El nuevo Kunf-Fu. Recuerdo haberla visto cuando era pequeño las mañanas de los sábados.
De todos modos se va un gran actor que nunca ha tenido la oportunidad de estar en la primera plana del star system pero que ha demostrado en numerosas ocasiones sus excepcionales dotes para la actuación.
Descanse en paz, señor Carradine
2 comentarios:
Lamentable pérdida, sobre todo porque se ve salpicada por oscuras posibilidades en la causa de su muerte. Grande este actor que no pudo demostrar todo lo que valía. Jamás olvidaré su magistral interpretación en Kill Bill Vol. 2, con esa escena final en la que fallece con una gran música de compañía. DEP. Un abrazo.
A ver cuánto tardan los de Padre de Familia en hacer un chiste sobre la asfixia sexual.
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