Más rápido que una bala, más fuerte que una locomotora, capaz de saltar un rascacielos… Así definían las primeras historietas a un personaje que ha acompañado a varias generaciones de seguidores a lo largo de sus casi 70 años de edad: Superman.
Fue el primer gran superhéroe de cómic del mundo. El intrépido hombre con mallas azules, capa roja y una S cruzándole el pecho. Durante más de 60 años Superman lo ha sido todo. Desde revista de cómic a dibujo animado, a estrella del cine. Algunos ven a Superman como el mítico símbolo de la esperanza, la fuerza y la evidencia moral, mientras que otros solo lo califican de fenómeno de la cultura pop.
El nacimiento de un mito

No tardó en hacerse con el favor del público, sus lectores aumentaban cada vez más, sobretodo cuando en enero de 1939 saltó a las tiras de los periódicos (se calcula que unos 20 millones de estadounidenses lo leían), pero el gran salto llegó cuando, en verano de ese mismo año, DC decidió darle al superhéroe su propio cómic (el primer número vendió más de un millón de copias y para finales de año estaba en todas partes). Superman empezaba a considerarse un símbolo de esperanza. Era más grande y poderoso de lo que habrían podido imaginar sus creadores.
Crecimiento y expansión de un superhéroe

Mientras el público disfruta con las aventuras animadas de superman, una fuerza mortal se preparaba para atacar EEUU, y ni siquiera el hombre de acero podría detenerla. Con la entrada de EEUU en la segunda guerra mundial, los cómics dieron paso a la batalla real entre el bien y el mal. Mientras los estadounidenses dejaban a sus familias para combatir al otro lado del océano, DC cómics luchó por encontrar la forma de que Superman proveyese de apoyo moral a los aliados. No incluyeron al superhéroe en ninguna historieta, ya que él con sus poderes podría acabar con la guerra en dos tardes. Lo que hicieron es que Superman y otros héroes apareciesen en historias ayudando a los verdaderos héroes de por aquel entonces, los soldados aliados. Superman fue un buen reclamo para conseguir que mucha gente se alistase en el ejército o invirtiese en bonos del ejército.
Una vez acabado el conflicto, Superman era tan poderoso como las bombas atómicas que dieron fin a la Segunda Guerra Mundial. Los americanos se veían reflejados en Superman ya que, según ellos, “Superman es tan indestructible con los EEUU”. Es una época dorada para el cómic, las ventas suben aún más, y ya se considera a Superman como todo un icono americano. Incluso surgen algunas colecciones paralelas como Superboy, en la que podemos ver la infancia de Clark Kent/Kal-El en el pequeño pueblo de Smallville antes de llegar a ser Superman. Aunque quizás, la mayor fama al personaje le vendría por parte del cine, en un serial de imagen real producido por Columbia y protagonizado por Kirk Alyn.
Ya en el año 1951, y considerando el éxito de los seriales de Columbia, DC cómics consideró que era el momento de seguir potenciando el personaje. Esta vez el medio escogido era la televisión, pero antes produjeron una película para cines para comprobar la reacción del público. Su título Superman and the mole men. En ella se contaba la llegada a la tierra de unos inofensivos seres y de cómo la gente por temor trata de acabar con ellos. Superman les protege ante la barbarie humana. La película es un reflejo de la psicosis que se vivía en esa época ante un posible ataque nuclear. Prueba de ellos es que fue la época dorada de la ciencia ficción y la época en la que nacieron nuevos superhéroes que eran producto de la radioactividad como Spider-man (picado por una araña radioactiva) o Daredevil (obtiene sus poderes al caerle residuos radioactivos encima). La serie empezó a emitirse en el año 1953 hasta que fue cancelada en 1959 por el suicidio de su protagonista, George Reeves. Como anécdota, apuntar que la película fue objeto de una curiosa censura que afectaba también a los tebeos ya que el personaje se consideraba poco adecuado para la juventud, dado el alarde de poderes especiales del personaje, que se juzgaba próximo al sacrilegio frente a la figura de Dios ser todopoderoso. Con la muerte de George Reeves el futuro de Superman en televisión parecía incierto. Varios proyectos relacionados con el personaje como una serie sobre Superboy u otra convirtiendo a los personajes de Superman en animales no salieron adelante.
Por suerte, la televisión y el cómic son dos medios diferentes. En 1958 había 7 publicaciones distintas sobre Superman. Es la época en la que hacen acto de aparición nuevos villanos como Brainiac, nuevos personajes como la prima de Superman, Supergirl (que tendrá su propia colección), nuevos mundos (como el de los superhéroes malvados o el de los superhéroes deformes) y hasta una agrupación con los superhéroes más conocidos de DC, la Liga de la Justicia. El universo DC, pasó al multiverso DC con multitud de tramas y variantes de héroes. A principios de los años 60 Superman era tan poderoso que tenían que acudir a argumentos demasiado exagerados y fantasiosos para plantearle un conflicto. Empezaron a optarse por utilizar problemas más personales en las aventuras del hombre de acero.
Pero al igual que la época, Superman reflejaba optimismo. Un optimismo como el que los estadounidense habían depositado en un joven presidente de nombre John Fitzgerald Kennedy. Los editores de Superman quisieron dar a entender la existencia de una posible amistad entre el prometedor presidente y el hombre de acero. El cómic estaba listo. Se había impreso con vistas a comercializarlo en noviembre de 1963 pero la mañana del día 22 de dicho mes en Dallas una bala atravesó el cráneo del presidente ante los ojos de miles de atónitos seguidores. América volvió a sumirse en el pesimismo y héroes de la talla de Superman no tenían sentido.
El declive del héroe
En 1966 se estrena Batman, la serie. Una parodia del mundo de los superhéroes llena de color, canciones y onomatopeyas (si, onomatopeyas). Batman se convierte en el icono pop del momento relegando a Superman a un segundo plano. En el mismo año se estrena It´s a bird! It´s a plane! It´s Superman!, el musical de Broadway sobre Superman. Un nuevo paso en su trayectoria como icono, incorporándose a la galería de personajes protagonistas de un musical de Broadway. Pero la jugada no salió demasiado bien y, a pesar de las buenas criticas de los periódicos de Nueva York, Superman se retiró de los escenarios tras 128 representaciones. Seguían las horas bajas para el hombre de acero.

El boom cinematográfico

Llegó el momento de cambiar
Mientras tanto, en el cómic, el personaje sufría una completa renovación. A mediados de los ochenta el modelo de héroe que imperaba era el de Silvestre Stallone y Arnold Schwarzenegger, por lo que dotaron a Superman de ese físico hipermusculado que le caracteriza hoy día. No sólo eso, las historias adquirieron mayor profundidad al incluirse problemas más humanos y hacer al superhéroe más vulnerable. Las ropas se le desgarraban en cada cruenta batalla. Pero dos acontecimientos marcaron la vida de los fans de Superman en ésta etapa: la revelación a Lois Lane de que Clark Kent es Superman y su pedida de mano y la muerte de Superman a manos de Doomsday. Éste último hecho dio la vuelta al mundo y miles de personas se conmocionaron ante tal suceso. Los autores supieron llevar bien la situación y durante meses mostraron como sería el mundo sin Superman, incluso probaron extrañas alternativas como Superman cyborg, Superman robot, Superman rojo, Superman azul… Pero no fue hasta mucho tiempo después que Superman regresó triunfal a las viñetas en su resurrección.
A principios de los 90, los Salkind (productores de las tres primeras películas de la saga), decidieron volver a apostar en un proyecto relacionado con Superman, las aventuras de Superboy en televisión. En ellas, como se sabe, se narraban las aventuras de un Superman adolescente, interpretado primero por Gerad Christopher y más tarde sustituido por John Newton, en Smallville. La serie tuvo un relativo éxito y propició la aparición de otra seria de un tinte más amoroso, Lois y Clark. La serie Lois y Clark, interpretada por la “mujer desesperada” Teri Hatcher como Lois Lane y Dean Cain como Clark Kent, daba prioridad a los tejemanejes amorosos entre Lois y el alter-ego de Superman Clark Kent que en las propias andanzas del superhéroe. Tuvo un tremendo éxito que se mantuvo desde 1993 hasta 1997. Es más, hubo un paralelismo de simbiosis entre el
cómic y la serie puesto que algunas historias sucedían a la vez en los mismo medios e incluso se produjo al mismo tiempo otro de los acontecimientos grandes en la historia de Superman, su boda. La boda se “celebró” en el año 1996 y fue vista en la serie (su capítulo de mayor audiencia) y en los cómics (el más vendido desde el de la muerte de Superman. Muchos dibujantes de prestigio y guionistas se prestaron a dar su granito de arena en la realización de aquella historieta.

También en aquel año se volvieron a llevar a la pantalla dos series animadas con Superman como protagonista: Superman y La Liga de la Justicia. Ambas nacieron gracias al éxito anterior de la serie de animación sobre Batman y gozaron de un gran éxito entre los jóvenes con un estilo muy definido.
Un duro golpe

Superman en el siglo XXI

El estreno de Smallville, cuando se empezaban a trasladar al cine a otros grandes superhéroes como los X-Men o Spider-man, marcó todo un nuevo record en la cadena WB, más de ocho millones de espectadores la siguieron. Lleva hasta el momento cinco temporadas en antena y atrayendo a numerosas estrellas ha hacer cameos en ella (incluyendo una emotiva visita en un capítulo de un parapléjico Christopher Reeve, poco antes de su muerte). El éxito de ésta serie, una graciosa campaña publicitaria con Superman y el cómico Jerry Seinfield anunciando tarjetas de crédito, y, sobretodo, la gran acogida por parte del público de los últimos estrenos en pantalla grande de las aventuras de otros superhéroes propiciaron que se preparase una nueva aventura de Superman en cines.

Superman: un superhéroe, un icono, un mito.
Desde su primera aparición en junio de 1938, el hombre de acero ha sobrevivido y ha prosperado durante décadas de reinvenciones y reinterpretaciones. Superman ha tenido una historia muy diversa: ha sido usado en publicidad y propaganda, ha hecho buena y mala televisión y ha salido en buenas y malas películas. Pero el personaje de Superman ha sido lo suficientemente fuerte para sobrevivir a su propia historia. Una historia que le ha convertido en un icono, un icono de protección y esperanza para EEUU (y por extensión para el resto del mundo, porque aunque nos pese, la mayor parte de los países compartimos la cultura estadounidense). Un icono al que acuden cuando las cosas se ponen difíciles. Nació tras la primera gran guerra, creció tras la segunda para tiempo después ir cayendo en el olvido. Pero tras Vietnam volvió aún con más fuerza y hoy tras el 11 de Septiembre e Irak volvemos a recuperarlo. Larga vida al hombre de acero.
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